Hermann Broch tenía el espíritu hecho de la madera de los genios. Lo probó con la publicación de la célebre trilogía Dei Schlafwandler (Los sonámbulos) formada por las novelas “ Pasenow o el romanticismo” , “ Esch o la anarquía” y “ Huguenau o el realismo”, publicadas entre 1931 y 1932. En cada una de esas novelas describió una época desde los personajes centrales, cuya incapacidad de ser felices en el presente estaba ligada a su estatus social y al enfermizo apego de la conservación de unas formas de vida totalmente decadentes. Si es válida aquella opinión acerca de que la infelicidad de algunos hombres, a veces, la propicia el hecho de que sus ideas van adelantadas a su propia vida o al artificio de la sociedad en que viven, el destino, igual le depararía a Broch circunstancias oscuras: perseguido y encarcelado por la Gestapo en Alt-Ausse, hijo del exilio. Nunca se le otorgó el Premio Nobel de Literatura, aunque su obra nada más se puede comparar con la de los monument