Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

Bases del Premio Nacional de Poesía Los Confines 2020

El Festival Internacional de Poesía Los Confines y la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras , convocan a la cuarta edición del Premio Nacional de Poesía Los Confines 2020 . Los participantes deben observar las siguientes bases: 1. Podrán concurrir poetas hondureños con un libro original e inédito de poesía, escrito en idioma español, de temática y estructura formal libre, que no esté presentado a otro premio. 2. El premio consiste en la edición de la obra ganadora por la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras , la invitación al Festival Internacional de Poesía Los Confines 2021 con todos los gastos pagados, una escultura conmemorativa del premio, diseñada por el maestro de la plástica nacional, Gustavo Armijo, y un pergamino. 3. La persona galardonada recibirá en concepto de derechos de autor el 15% del tiraje de la primera edición de su obra premiada. 4. La lista de obras finalistas del premi

Asamblea

Para inaugurar su colección “Anábasis” dedicada a voces trascendentales de la poesía contemporánea, la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras,   publicó la antología de poesía “Asamblea” del gran poeta español Juan Carlos Mestre. Este libro se presentó durante el Festival Internacional de Poesía Los Confines 2018, en el patio central de la Casa Galeano, en Gracias, Lempira. El autor también hizo un recital en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa. Mestre es uno de los grandes poetas de nuestro tiempo; su obra no sólo es la representación de una estética, es convicción y manifiesto de la memoria y la resistencia que no disimula su afilada incomodidad para cuestionar el poder y todo aquello que hiera la armonía natural de cuanto existe. Un poeta amado en América, esencial para la generación de PaíspoEsible en Honduras, con quienes ha mantenido una estrecha relación literaria y política

Abrazo desde la noche

Siempre he creído que la noche me sabe de memoria y que es la única que realmente me conoce. La noche me permitió descubrir el verdadero rostro de la luz y sus afanes en este país. Decir un poema en el día es una tarea del oficio; susurrarlo en la noche es regresarlo a su idioma sagrado del que no sabemos nada, pero comprendemos a la perfección, por un instante. Otros noctámbulos de mi país también navegan estas aguas: mentes maravillosas, gentes con ocupaciones excepcionales, espíritus sensibles y creativos, poetas, escritores, artistas de todas las disciplinas, sobrevivientes de la gran deriva del mercado, desterrados del mundillo cultural y su obscena superficialidad, gente cuyas acciones y trabajos representan los engranajes de la esperanza y del bien común. Admiro a estas personas que hacen una obra en cualquier disciplina con responsabilidad. Algunos se fueron y regresaron, otros siempre van de paso, otros volverán, otros no. Lo esencial es su aporte a Honduras

Gracias: una ciudad cultural

Ya son siete años de vivir en Gracias, una ciudad que he aprendido a amar porque he encontrado tranquilidad, un espacio para mis inquietudes como escritor y gestor cultural, además de manos amigas de ciudadanos valiosos con los que he desarrollado proyectos culturales y educativos que hoy son referencia en Honduras. Gracias es una ciudad de mucha belleza y contradicciones, “tierra hermosa y bárbara”, escribía yo en un ensayo sobre la pintura de Byron Mejía; “uno sólo puede amarla con un dolor profundo” expresaba en una conferencia hace unos meses. Aquí hay gente admirable y noble. También hay personas que hacen mucho dinero y que no aportan al desarrollo social, es decir “gente tan pobre que solo pisto tiene”.  Debo decir que no es un comentario político, sino sobre el compromiso de vivir con un sentido de pertenencia, visión comunitaria y gratitud con la tierra que nos besa los sueños. Las personas debemos decidir que somos en la comunidad: habitantes o ciudadanos. Si u

La gestión cultural comunitaria

Un día me solicitaron hacer un pronunciamiento político durante el Festival Internacional de Poesía Los Confines, una de las mayores plataformas culturales de Honduras, para apoyar a un partido político y condenar a otro. Agregaron al pedido que convenciera a los invitados de treinta países de firmarlo. Dije que no. La razón tiene que ver con el sentido común: yo no soy “jefe de la bancada poética”, ni defino“una línea de pensamiento”. Mi labor es crear espacios culturales, con el objetivo de educarnos, reconocer la justicia para pensar de manera crítica, diversa y libre. Esto para un gestor implica responsabilidades profundas en las que se debe aprender a respetar la diversidad de criterios, opiniones y expresiones. Nuestro festival es una expresión de memoria cultural contra el poder absurdo, la violencia y la desigualdad, y un espacio para proyectar la belleza de una tierra y los atributos de las personas que viven y trabajan en ella. Quienes apoyan al festival y cr

Del árbol de la poesía

Albany Flores Garca ha publicado el libro “El árbol hace casa al soñador”, bajo el sello de la Editorial Casasola, uno de los poemarios más hermosos de su generación. Un libro brevísimo, dieciséis poemas de corto aliento. Podría considerarse, por el tempo de la voz poética, como un poema unitario con leves estancias en su viaje interior; aunque cada poema existe en su propia atmosfera y se despliega en infinitos universos creados por sus imágenes de delicada persistencia. Flores Garca trabajó cuidadosamente este libro: denota el respeto por el oficio de escritura, la profundidad de la poesía breve, ataviada de una poderosa evocación con una mesurada ampulosidad que se entrelaza en la memoria poética. Un libro donde la asimilación de lecturas y el tejido intertextual delinean magistralmente cada poema que posee el don de la contemplación, el esmero, los años para decantarse, y sobre todo la materia prima que todo buen poeta o lector reconoce en la escritura: responde y

Queremos tanto a Janet

Esta mujer que ve los árboles en una plaza de la ciudad de Gracias no es la que imaginé cuando leí sus poderosas crónicas y descubrí la manera en que narra magistralmente nuestra patria desde detalles muy simples de la vida y postula la indagación del devenir en conversaciones que parecen no tener importancia y en verdad son los hilos que hilvanan nuestra historia. Antes la imaginaba con una mirada sentenciosa, en cambio hoy que la veo de frente, anoto mi primera impresión “tiene una inteligencia fascinante que sabe llevar sin pedantería cuando habla” y luego más tarde en su conferencia, volví a anotar “una organización vital de instantes, todo lo conecta con naturalidad a través una prosa muy diáfana”. Janet Gold, desborda con su buen oficio de escritora; nos permite la comprensión de un mundo tan nuestro que a veces sentimos ajeno, pero en sus crónicas, Janet, regresa cada cosa al lugar que le corresponde en la memoria personal y colectiva. Es así como deben leerse los