Veintitrés niñas lectoras de Lempira,
desplegaron en el conversatorio “Por ser niña” organizado por Plan
International Honduras, su brillante sensibilidad, su sentido del humor, su
inteligencia, sus libros favoritos; expresaron sus testimonios sobre la alegría
y la necesidad de sus comunidades; en conclusión: dibujaron el país que desean.
Ellas sueñan un mundo justo, alegre, igualitario;
piden que los padres, los docentes y autoridades les brinden confianza; creen
en el respeto como ley natural de convivencia, aspiran a un mundo donde los
sueños se cumplan y donde los seres humanos sean iguales. Su participación en
la vida cultural se expresa a través de la escritura de cuentos, poemas, obras
de teatro, crónicas comunitarias, títeres, mimos, cine infantil y cuentería
escénica; además de ser lectoras ejemplares que registran en sus diarios
lectores hasta trescientos libros.
“Yo soy la dueña de mi vida, yo no
tengo miedo de expresarme” fue uno de los comentarios que desencadenó docenas de expresiones de veintitrés niñas
que llegaron a la ciudad de Gracias Lempira para conversar sobre el significado
de ser niña en el contexto social de sus comunidades. Frases hermosas, retos,
aspiraciones, críticas certeras, opiniones radiantes, problemáticas locales;
toda una radiografía social y antropológica, porque cuando las niñas se
empoderan en la educación surgen las verdades más claras y sinceras.
Les gustan los chocolates, las
bibliotecas, los libros que inspiran y su mundo maravilloso, el recreo, la
poesía, las leyendas, el bolsito lector con el que llevan libros a sus casas,
contar lo que leen entre los compañeros, les fascinan los cuentos dramatizados,
la unidad y la confianza, la caja mágica donde se guardan los cuentos que
escriben, los títeres y la solidaridad cuando comparten libros con otras
comunidades que no tienen biblioteca a través de la mochila viajera.
Fotografía de Ulises Alvarado
Aman la honradez y detestan la
corrupción, no les gustan las personas que dicen que las niñas sirven para
barrer y trapear, quieren un mundo sin alcohol y drogas, sin violencia sexual
contra las niñas y las mujeres. Se asumen inteligentes, estudiosas y
disciplinadas; no quieren que sólo se escoja a los mejores para que participen
en todo; adoran inspirarse, son felices siendo sensibles y fuertes “cuando mi
padre se enteró que era una niña la que venía al mundo, abandonó a mi madre,
pero aquí estoy y soy hermosa”, “en mi comunidad cuando alguien comete un
delito siempre culpan a las mujeres que no criaron bien a sus hijos, eso no
debe ser así”, “me molestaban en la
escuela, pero en la biblioteca descubrí un libro que se titula El poder de las chicas, ese libro me
inspiró, lo he leído seis veces y sé que tengo un corazón grande”.
Las niñas denunciaron la explotación
sexual, dijeron que es urgente que los jóvenes no dejan de estudiar. Le tienen
miedo a las burlas, a los docentes enojados, a los sapos, a las arañas, a no
pasar el grado, a los alacranes, a sacar bajas notas, a la discriminación de
las niñas por ser pobres o indígenas, a quedar solas en la vida porque muchas
sólo tienen a sus abuelas, o una madre o
una tía.
Edgardo Cruz dirigió el
conversatorio, junto a Mayra Villalta, expresó a la comunidad cultural y
educativa que “este conversatorio con las niñas lectoras, surge de un diálogo
que sostuve con una niña en la biblioteca de Cruz Alta, La Campa; fue un
descubrimiento conocer las opiniones de una niña lectora, no sólo su amor a los
libros, sino sus opiniones y análisis de su vida a partir de la lectura; de ahí
nace la idea de conversar con las niñas para conocer la manera en que la
lectura impacta en sus vidas; además los adultos debemos comprender que la
lectura no es sólo una actividad académica, sino una acción mucha más profunda
que rebasa el aula de clases y puede cambiar la vida de una persona o de una
comunidad”. Por su parte Belinda Portillo expresó que “Debemos hacer más
esfuerzos para garantizar que las niñas de Honduras vivan sus derechos de una
manera digna, respetuosa, feliz y empoderada”.
Fotografía de Ulises Alvarado
Las niñas creen que el arte es
importante para entendernos, “si somos pintoras o escritoras podríamos contar
nuestra historia, lo bueno y lo malo, podríamos representar la alegría y la
vergüenza”, “El arte es lo que nosotros sentimos”
Si fueran presidentas o tuvieran una
varita mágica, “multiplicarían los chocolates”, harían “una ley para que las
niñas se expresen” y que sus palabras se “tomen en cuenta y se cumplan”,
“borrarían el bullying”, harían “más eventos para las niñas”, “desaparecerían
los exámenes de las escuelas”, “quitarían la pobreza”, “tendríamos una buena educación”, “un equipo
de futbol de niñas en todas las comunidades”, “no envejeciéramos y siguiéramos
siendo niñas y niños para toda la vida”, eliminarían “el maltrato de muchos
padres hacia las niñas y las mujeres”, “más protección para las niñas y que las
autoridades se esfuercen más”, “apoyarían a las niñas y niños porque son el
rostro y la sonrisa del mundo”, “uniría a todas las personas”, “pediría más
libros y más bibliotecas”, “más útiles a los niños”, “desaparecería el mal y
todo el mundo estaría lleno de amor y paz”,
“haría que todos fuéramos iguales”, “pondría una sonrisa a todo el
mundo”, “Sería hada y cumpliría los sueños y deseos de las personas buenas”, que “todos
los niños nazcan y no se les aborten”, haría “que se cumplieran los derechos de
los niños”, “protegería el medio
ambiente para que no se destruya”, “eliminaría la corrupción y la pobreza”, que
“no discriminen a los pobres”
Gracias a la promoción e impulso de
Plan International, el Congreso Nacional de la República declaró mediante
decreto legislativo el 11 de octubre de 2016 como Día Nacional de la Niña en
Honduras. Las niñas que participaron en el conversatorio son lectoras de hasta
doscientos libros y forman parte del proyecto de bibliotecas y fomento de la lectura y
el arte que impulsa Plan International Honduras en Lempira. El foro de las
niñas lectoras se planteó en el marco del movimiento global Por Ser Niña que
busca la igualdad de las niñas para que se invierta en ellas y aprendan, lideren,
decidan y prosperen. En Honduras hay 1,734,893 niñas representan el 50% de la
población infantil y el 20% de del total de la población de Honduras, la tasa
bruta de educación es del 45%, lo que representa menos de la mitad de las niñas
con edad de asistir a la escuela. 9 de cada 10 delitos sexuales se cometen en
contra de niñas; 1 de cada 4 niñas ente 15 a 19 años han estado alguna vez
embarazadas; el embarazo es más frecuente en el área rural con un 29.3% en
comparación con el área urbana que es de un 19%: el porcentaje aumenta cuando se es pobre con
un 35% de niñas pobres que alguna vez han estado embarazadas en comparación con
niñas no pobres que es de 10.8%; 3 de cada 10 niñas adolescentes se unen o contaren
matrimonio.
Fotografía de Ulises Alvarado